Comunicado de GLAMSex en rechazo a la criminalización de los mercados sexuales a través de la implem
Ciudad de México, a 17 de septiembre de 2018.- Desde el Grupo Latinoamericano de Análisis/Acción sobre los Mercados Sexuales (GLAMSex), nos solidarizamos con las organizaciones Movimiento Pro Entretenimiento Erótico y Asociación de Bares y Centros Nocturnos, y repudiamos los operativos de seguridad que llevó a cabo la Secretaría de Seguridad Pública de la Ciudad de México, los días 17 de agosto y 13 de septiembre de este año. En estos, varios/as empleados/as de los centros de entretenimiento conocidos como Queen’s y Curazao fueron detenidos/as y acusados/as por trata de personas y delitos contra la salud.
En 2013 y 2014, a raíz de la creación de la Fiscalía Central de Investigación para la Atención del Delito de Trata de Personas de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México, el combate contra la trata de personas con fines de explotación sexual adquirió dimensiones sin precedente. En este contexto, la Fiscalía ha provocado el cierre de muchos centros de entretenimiento erótico y la detención de un gran número de bailarinas eróticas, que han sido consideradas víctimas de trata y de empleados/as de los centros de entretenimiento erótico (meseros, valet-parkings, personal de limpieza, personal de seguridad, etc.), catalogados/as como tratantes o explotadores. Sin embargo, muchos de estos operativos y detenciones fueron realizados en establecimientos de entretenimiento erótico donde las bailarinas ejercían su actividad voluntariamente, sin que mediara coacción por parte de los dueños de los negocios ni los/as trabajadores/as.
En repetidas ocasiones, estos operativos y detenciones han puesto en entredicho la efectividad de las políticas para combatir la trata de personas implementadas por la fiscalía capitalina y otras autoridades de administración de justicia. Y es que, en muchos de estos operativos, se han encontrado irregularidades en la investigación realizada por las autoridades de justicia penal. Por ejemplo, respecto del operativo de 2013 en el bar Cadillac, muchas bailarinas eróticas dijeron haber sido forzadas por el Ministerio Público a firmar testimonios en contra de sus compañeros de trabajo. Lo mismo sucedió en relación con el operativo de 2015 en el bar Calígula Roma. Recientemente, tras el operativo que se realizó en Queen’s el pasado 17 de agosto, la defensa presentó pruebas contundentes de que la policía de investigación manipuló la evidencia para incriminar a los acusados.
Con base en nuestro trabajo teórico y empírico sobre los mercados sexuales y eróticos, consideramos que en México el sesgo en el combate a la trata de personas que centra la atención en la explotación sexual de mujeres, se apoya en la confusión entre trabajo sexual y trata de personas que aparece en los discursos de distintos actores del campo político antitrata, entre ellos las burocracias estatales de justicia penal.
Normalmente, la discusión pública sobre los mercados sexuales y eróticos ha girado en torno a las situaciones de violencia y explotación sexual que pueden suscitarse en dichos espacios. Empero, los medios de comunicación, la sociedad civil y los hacedores de política pública han ignorado el debate sobre las condiciones laborales de quienes participan de las industrias sexuales y eróticas (cuyas actividades no sólo, y no siempre, implican el intercambio de servicios sexuales por dinero).
Consideramos que el énfasis que han puesto las autoridades en la criminalización de los mercados sexuales y eróticos atenta contra los derechos de quienes laboran en ellos, por ejemplo: a la libertad de trabajo, a la asociación, a la igualdad, a la vida privada, al debido proceso, a la integridad, por mencionar algunos de ellos. Además, contribuye a la estigmatización que se reproduce con este tipo de medidas hacia quienes trabajan en estos mercados.
Muchos/as trabajadores/as de estas industrias, así como activistas, han exigido que se reconozca el trabajo sexual y erótico y se le diferencie de la trata de personas con fines de explotación. Nos sumamos a esta demanda, por considerar que la criminalización no ha sido -ni será- efectiva en su erradicación y ha empeorado las condiciones laborales y sociales de muchas de las personas que participan en las industrias sexuales y eróticas.
GLAMSex considera que la trata de personas en los contextos de comercio sexual y erótico es una urgencia que debe ser atendida con base en el reconocimiento de la complejidad de las relaciones y los procesos involucrados en su funcionamiento. Estamos en contra de la trata de personas, pero consideramos que la política puesta en marcha hasta ahora oscurece esa complejidad y, en consecuencia, resulta lesiva y desproporcionada.
Hacemos un llamado a las autoridades de justicia penal a escuchar a las personas involucradas en el funcionamiento de los mercados sexuales y eróticos, como trabajadoras/es sexuales, bailarinas/es eróticas/os, además de académicas/os y activistas expertas/os en el tema, con la finalidad de lograr un mayor entendimiento de la complejidad que implican los procesos de trata y explotación al interior de los mercados sexuales y eróticos, para evitar la criminalización y estigmatización generalizada de un sector laboral que emplea la sexualidad y el erotismo como herramienta de trabajo.
Grupo Latinoamericano de Análisis/Acción sobre los Mercados Sexuales (GLAMSex)
Fernanda Fernández
Jessica Gutiérrez (UBA/CONICET)
Luz Jiménez (UNAM)
Carlos Laverde (COLMEX)
Vanessa Maldonado (CIESAS-CdMx)
Claudia Torres (HLS)